A finales de 1950, los caramelos y dulces eran de diferentes formas y colores.
Los niños se metían y sacaban los dulces de la boca para mirarlos ocasionalmente, para hablar con sus amigos, para ocultarlos de sus padres o para ponerlos en sus bolsillos y guardarlos para después. Los niños y los dulces formaban una combinación poco saludable.
La gran idea
En 1958, Enric Bernat, fundador y presidente de S. A. Chupa Chups, creó un dulce atractivo y universal que haría felices a niños y padres. De repente, tuvo la gran idea: el mundo necesitaba un producto que "sería como comer un caramelo con un tenedor".
Chupa Chups nació en la fábrica de Asturias, en el norte de España, con siete sabores diferentes. Se vendía a una peseta, un precio elevado en los años cincuenta, pero la intención era vender un producto con una imagen de calidad. En 1967 se inauguró una nueva fábrica en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Ese mismo año, se decidió establecer la primera filial fuera de España, en Perpiñán (Francia).
El nombre
En un primer instante, decidió llamarlo Gol, imaginando que el caramelo fuera como la pelota de fútbol y que la boca abierta fuera como la red de la portería. No obstante, no se consideró lo suficientemente atractivo, por lo que contrató a una agencia de publicidad para buscar un nombre nuevo y creativo: Chups. Los consumidores lo aceptaron rápidamente. La pegadiza canción utilizada para comercializar Chups tuvo mucho éxito, ¡tanto que propició el cambio del nombre del caramelo! "Obtén algo dulce para chupa, chupa, chupa, como un Chups".
El logotipo
Con la marca desarrollada, se quiso mantener el estilo desenfadado y alegre. Gracias a creatividad de Salvador Dalí, el logotipo se integró en la forma de una margarita. 1988. El diseño quedó definido. Brillante, alegre y único, ha demostrado ser universalmente popular entre el público.
Se ha convertido en el icono definitivo de una marca mundialmente famosa.